lunes, 22 de septiembre de 2025
El Oráculo de Cubicoa
martes, 2 de septiembre de 2025
Azar clásico vs. cuántico
1. El lenguaje de los qubits: amplitudes y fases
En mecánica cuántica, los estados no se representan con números reales, sino con números complejos.
El estado más general de un qubit se expresa así:
|ψ⟩ = α|0⟩ + β|1⟩
donde:
α y β son números complejos.
|α|² + |β|² = 1 garantiza la normalización de la probabilidad.
La interpretación es la siguiente:
-
|α|² = probabilidad de obtener el resultado 0 al medir.
-
|β|² = probabilidad de obtener el resultado 1 al medir.
-
La fase relativa entre α y β no cambia las probabilidades de un solo resultado, pero sí determina cómo el qubit puede interferir consigo mismo al evolucionar en el tiempo o al pasar por interferómetros.
En términos sencillos: la amplitud determina “cuánto” de cada posibilidad hay en juego, y la fase determina “cómo esas posibilidades se combinan” para producir efectos observables como la interferencia.
2. Azar clásico: incertidumbre de condiciones
Un ejemplo clásico es lanzar una moneda al aire.
-
El resultado final (cara o cruz) está determinado en cada instante por las condiciones iniciales (velocidad, ángulo, densidad del aire, rebotes).
-
El 50-50 que atribuimos a la moneda justa no es una indeterminación real, sino nuestra ignorancia sobre esas condiciones microscópicas.
Lo mismo ocurre si usamos un dado electrónico o un generador pseudoaleatorio en una computadora:
-
La “aleatoriedad” se basa en procesos deterministas, como secuencias de bits generadas por un algoritmo.
-
Aunque los números parecen azarosos, en realidad están acotados por la frecuencia de reloj del procesador (GHz).
-
Se trata de un azar epistemológico: depende de lo que no sabemos.
👉 En el mundo clásico, todo está definido aunque no lo sepamos.
3. ⚛️ Azar cuántico: indeterminación fundamental
Un qubit en superposición está descrito por:
|ψ⟩ = α|0⟩ + β|1⟩
y antes de medir no se encuentra en 0 ni en 1, sino en una superposición coherente de ambos.
Cuando se mide:
-
Con probabilidad |α|² se obtiene 0.
-
Con probabilidad |β|² se obtiene 1.
La diferencia respecto al mundo clásico es crucial:
-
No existe un “estado oculto” predefinido esperando a ser revelado.
-
El 50-50 en un qubit no refleja ignorancia, sino una indeterminación ontológica: la realidad misma no está definida hasta el acto de medición.
Si no sabemos cómo fue preparado el qubit, lo representamos con un estado mixto máximo, usando la matriz densidad:
ρ = ½I = ½|0⟩⟨0| + ½|1⟩⟨1|
donde:
ρ (rho) = matriz densidad del sistema.
I = identidad = |0⟩⟨0| + |1⟩⟨1|.
½I = el estado mixto máximo: igual probabilidad de 0 y 1, sin coherencia entre ellos.
En forma de matriz:
👉 Esto representa una moneda cuántica justa, pero no por ignorancia, sino porque la realidad cuántica no permite más descripción que esta.
4. Lo indistinguible a primera vista
Si un observador recibe solo la secuencia de resultados (0, 1, 0, 1…), no puede distinguir si viene de:
-
Una moneda clásica justa.
-
Un qubit en estado mixto máximo.
En ambos casos el histograma de resultados tenderá a 50% ceros y 50% unos.
Esto significa que en términos puramente probabilísticos, clásico y cuántico son indistinguibles.
5. Lo que los separa en el fondo
La diferencia no está en la secuencia de resultados, sino en tres aspectos:
-
Naturaleza del azar:
-
Clásico = determinista en el fondo, probabilístico solo por ignorancia.
-
Cuántico = indeterminación fundamental, sin estado oculto.
-
-
Correlaciones posibles:
-
En lo clásico, las correlaciones siguen las leyes de probabilidad estándar.
-
En lo cuántico, los estados entrelazados producen correlaciones imposibles de reproducir clásicamente (violación de desigualdades de Bell).
-
-
Evolución antes de medir:
-
En lo clásico, no hay “superposición” que manipular.
-
En lo cuántico, antes de medir puedes aplicar operadores unitarios que rotan y transforman la superposición de amplitudes y fases.
-
6. Manipular sin colapsar: operadores unitarios
Aquí surge la aparente paradoja: “si la mínima interacción colapsa al qubit, ¿cómo podemos manipularlo antes de medir?”
La clave está en distinguir dos tipos de interacción:
-
Evolución unitaria (coherente):
-
Aplicar una puerta cuántica (Hadamard, Pauli-X, Z, etc.) hace rotar el estado en la esfera de Bloch.
-
El qubit cambia de amplitud y fase, pero sigue siendo un estado puro, sin colapso.
-
No se extrae información.
-
-
Medición (irreversible):
-
Aplicar un operador de proyección colapsa el qubit en |0⟩ o |1⟩.
-
Es un proceso no unitario y destruye la superposición.
-
Aquí sí se extrae información.
-
👉 Operar no es lo mismo que medir. Mientras no extraigas información, el qubit evoluciona de manera coherente y reversible.
Analogía:
-
Una ola de agua que empujas o canalizas sigue siendo ola → evolución unitaria.
-
Congelar el agua para verla “detenida” destruye la ola → medición.
7. Estado puro vs estado mixto
-
Estado puro: |ψ⟩ = α|0⟩ + β|1⟩.
Se describe por un solo vector. Coherencia total. -
Estado mixto: ρ = Σ pi |ψi⟩⟨ψi|.
Es una combinación estadística de estados. Coherencia destruida.
Aplicar un operador unitario sobre un estado puro:
|ψ'⟩ = U|ψ⟩
sigue produciendo un estado puro.
-
Cambian α y β, pero sigue siendo una superposición coherente.
-
La pureza se pierde solo si hay medición o decoherencia con el entorno.
👉 Una puerta cuántica es como rotar una flecha en la esfera de Bloch. Un estado mixto, en cambio, es como una nube de flechas en todas direcciones.
8. Diferencia en la velocidad de los experimentos
Aunque las secuencias de resultados 0/1 sean indistinguibles, hay otra diferencia clara: la velocidad de desarrollo.
-
Clásico:
-
Lanzar monedas → unos pocos resultados por segundo.
-
Simular con un dado electrónico → limitado por la electrónica y su frecuencia de reloj (GHz).
-
Siempre dentro de un horizonte tecnológico finito.
-
-
Cuántico:
-
Qubits en iones, electrones o fotones se preparan y miden en escalas de nanosegundos o microsegundos.
-
Los generadores cuánticos de números aleatorios (QRNGs) producen millones o miles de millones de bits por segundo.
-
La velocidad aquí está dictada por la propia física cuántica, mucho más veloz que cualquier mecanismo macroscópico clásico.
-
9. Conclusión
-
Si solo miras las secuencias de resultados, azar clásico y cuántico parecen idénticos: 50-50.
-
Pero la diferencia fundamental es doble:
-
En lo clásico, el azar es ignorancia sobre un estado definido; en lo cuántico, el azar es indeterminación fundamental.
-
En lo clásico, el límite de velocidad es macroscópico y finito; en lo cuántico, la escala es microscópica y permite tasas extremadamente altas.
Aunque seduce la idea de que la consciencia cause el colapso de la función de onda, la física contemporánea prefiere explicaciones menos antropocéntricas, como la decoherencia, que describe cómo el entorno borra la ambigüedad sin necesidad de un testigo.
-
viernes, 29 de agosto de 2025
Almacenamiento y transporte de un fotón
En el marco de la óptica cuántica, un fotón es un portador de enería cuantizada y de información extremadamente frágil. Su naturaleza efímera y su tendencia a interactuar con el entorno hacen que almacenarlo sea uno de los grandes retos actuales. A diferencia de la información clásica, que puede guardarse en una memoria, la información cuántica asociada a un fotón no puede copiarse sin destruir su estado (principio de no-clonación). Por ello, el “almacenamiento” debe lograrse mediante dispositivos capaces de transferir temporalmente su estado cuántico a otro sistema físico más estable, estos sistemas se conocen como memorias cuánticas:
Ejemplos de memorias cuánticas:
Átomos fríos en trampas ópticas o condensados de Bose-Einstein: el fotón excita un estado colectivo y ese estado guarda la información cuántica.
Cristales dopados con tierras raras (como praseodimio o erbio): la red cristalina absorbe el fotón y mantiene coherente la excitación por microsegundos o incluso milisegundos.
Iones atrapados o circuitos superconductores: en laboratorios, ya se han usado como “bancos temporales” para estados de luz.
El transporte de un fotón, por otra parte, es más directo: se logra enviándolo a través de fibra óptica o en espacio libre, como lo demuestran los experimentos de comunicación cuántica entre satélites y estaciones terrestres. Sin embargo, la distancia máxima está limitada por la atenuación de la señal y la decoherencia: en fibras ópticas comerciales, los fotones suelen perderse después de unos cientos de kilómetros sin repetidores cuánticos. En espacio libre, la turbulencia atmosférica y la alineación precisa del haz son los principales desafíos.
El satélite chino Micius (Mozi), lanzado en agosto de 2016 como parte del proyecto QUESS (Quantum Experiments at Space Scale), fue el primero en generar y enviar fotones entrelazados desde el espacio hacia múltiples estaciones terrestres, explorando la física cuántica a gran escala
📡 Óptica precisa desde el satélite
Micius lleva a bordo un sistema de telescopios y espejos direccionales con control de apuntamiento muy fino (del orden de micro-radianes).
Cuando el satélite pasa por la vertical de las estaciones, calcula en tiempo real su posición y la de las estaciones terrestres (usando GPS y sistemas de guiado).
Con esa información, ajusta sus telescopios para enviar un fotón de cada par entrelazado en direcciones opuestas, de forma que uno llega a la estación de Delingha y el otro a Lijiang.
Las estaciones terrestres también usan telescopios receptores de gran apertura para “cazar” los fotones que vienen del espacio.
Experimento entre el satélite cuántico Micius y estaciones terrestres, entrelazados fotones desde el espacio hasta observatorios separados por más de 1 200 km. |
Nota:➡️ La operación tecnológica, es como alinear dos punteros láser desde un avión hacia dos ciudades lejanas: muy difícil, pero con sistemas de apuntamiento activo (correcciones constantes), se puede mantener estable el haz lo suficiente para registrar los eventos.
El desarrollo de técnicas híbridas que combinen almacenamiento y transporte es fundamental. Por ejemplo, un fotón entrelazado puede viajar cientos de kilómetros y, al llegar, su estado cuántico se transfiere a una memoria atómica. De esta manera, se abre la posibilidad de crear redes cuánticas donde la información no solo viaja, sino que también se guarda y sincroniza entre nodos distantes.
En síntesis, mientras que transportar un fotón ya es una realidad experimental en escalas continentales y espaciales, almacenarlo de forma práctica y confiable aún es un área de intensa investigación. Resolver este desafío será clave para el desarrollo de internet cuántica, repetidores de largo alcance y protocolos de comunicación absolutamente seguros
jueves, 28 de agosto de 2025
El puntero laser de color verde
¿Cómo funciona un puntero láser verde?
Esa luz inicial entra en un cristal especial llamado Nd:YVO₄ (vanadato de itrio dopado con neodimio). Allí ocurre una conversión: el cristal toma la energía del láser infrarrojo y la reorganiza en otra longitud de onda, 1064 nm, también invisible al ojo humano.
El segundo paso es aún más sorprendente. La luz de 1064 nm atraviesa un cristal KTP (fosfato de potasio titanato). Este cristal es no lineal: su estructura interna permite que dos “ondas” de luz se combinen y generen una nueva onda de frecuencia doble. Al duplicar la frecuencia, la longitud de onda se reduce a la mitad:
Y 532 nm es luz verde visible, la que finalmente vemos salir como un rayo brillante y coherente.
En resumen:
-
808 nm (diodo láser, IR invisible) →
-
1064 nm (Nd:YVO₄, IR invisible) →
-
532 nm (KTP, verde visible)
El puntero verde es, entonces, el resultado de varias conversiones dentro de cristales ópticos, no de un láser verde directo.
- Muchos punteros láser verdes de bajo costo no cuentan con filtros adecuados para bloquear la luz infrarroja (IR) residual que se genera en el proceso de conversión de frecuencia (del Nd:YVO₄ + KTP).
- Esto significa que, además de la luz verde visible (532 nm), el dispositivo puede emitir radiación infrarroja invisible (808 nm y 1064 nm) que no se percibe a simple vista, pero que puede resultar peligrosa para los ojos.
- ⚠️ Recomendación: Utiliza punteros certificados con filtros de IR, y evita apuntar a los ojos o a superficies reflectantes. La exposición inadvertida a la radiación IR puede provocar daños oculares irreversibles.
- Nd:YVO₄ → “Generador de luz”: cristal activo que produce 1064 nm cuando se bombea con 808 nm.
- KTP → “Doblador práctico”: convierte la luz del Nd:YVO₄ (1064 nm) en verde (532 nm) con gran eficiencia.
Nota: Un diodo láser IR de 808 nm bombea al Nd:YVO₄ → éste emite 1064 nm → el haz pasa por un KTP → se duplica la frecuencia a 532 nm (verde visible). En laboratorios de óptica cuántica, en cambio, se usa más el BBO (“Transformador versátil”), porque permite generar fotones entrelazados mediante procesos de conversión paramétrica.
Tabla comparativa de los tres cristales mencionados:
| Cristal | Tipo principal | Función típica | Rango útil de longitudes de onda | Ejemplo de uso | |
|---|---|---|---|---|---|
| BBO (β-BaB₂O₄) | Óptico no lineal | ✅ | Duplicación (SHG), mezcla de ondas, SPDC para entrelazamiento | ~190–3500 nm (muy amplio) | Generar pares de fotones entrelazados |
| Nd:YVO₄ (Vanadato de itrio dopado con Nd³⁺) | Medio activo láser | ❌ | Emisión estimulada (láser a 1064 nm bombeado en 808 nm) | ~800–1100 nm (emisión en 1064 nm) | Punteros láser, láseres de estado sólido |
| KTP (KTiOPO₄) | Óptico no lineal | ✅ | Duplicación de frecuencia (SHG), mezcla paramétrica | ~350–4500 nm | Conversión de 1064 nm a 532 nm en punteros verdes |
lunes, 25 de agosto de 2025
El Qubit
Formalmente, el estado general de un qubit se expresa como:
|ψ⟩ = α |0⟩ + β |1⟩, con |α|² + |β|² = 1
donde |0⟩ y |1⟩ son los estados base, y α y β son números complejos que determinan las probabilidades de medir 0 o 1. La condición de normalización |α|² + |β|² = 1 asegura que la suma de probabilidades sea siempre 100%.
Nota: Los qubits no se “crean de la nada”, sino que emergen cuando se selecciona y controlan las condiciones experimentales dentro de un sistema físico, que aíslen esos dos niveles, los mantenga coherentes y los haga manipulables, dentro de la materia cuántica existente.
Por ejemplo: si se requiere saber en qué cajón está una llave perdida entre cuatro cajones: una computadora clásica revisa uno por uno; un algoritmo cuántico usando superposición y entrelazamiento puede encontrarla más rápido, explorando simultáneamente todas las opciones y usando interferencia cuántica para amplificar la respuesta correcta.
Igualmente imaginemos, que nos retan a adivinar un número entre 1 y 100. Con un método clásico, en el peor de los casos tendríamos que probar hasta 99 veces para encontrarlo.
Con un enfoque cuántico, gracias a la superposición y a ciertas operaciones cuánticas, el número puede encontrarse en alrededor de 10 intentos. Aunque para una lista de 100 números la diferencia parece pequeña, cuando se trata de millones de posibilidades, la ventaja es enorme: por ejemplo, pasar de 10000 intentos clásicos a unos 100 intentos cuánticos.
De hecho, los cálculos más precisos indican que se necesitan aproximadamente 0,785 × √N intentos para maximizar la probabilidad de éxito, siendo N la cantidad de opciones posibles.
Implementación física de un qubit
Un qubit es una abstracción matemática, pero para usarlo en un ordenador cuántico se necesita un soporte físico concreto. Existen diferentes tecnologías que aprovechan sistemas con dos niveles cuánticos controlables:
-
Fotones: se utilizan qubits basados en la polarización de la luz (horizontal o vertical ), o en el camino óptico que sigue el fotón. Son muy útiles para comunicaciones cuánticas y criptografía.
-
Electrones en átomos o iones: el qubit se codifica en los niveles de energía electrónicos de un átomo atrapado mediante láseres, o en el estado de spin y . Estos sistemas tienen tiempos de coherencia muy largos.
-
Juntas Josephson en superconductores: usados en computadores como los de IBM y Google. Aquí, el qubit se implementa con estados de corriente superconductora que pueden tunelar a través de una unión Josephson. Los estados y corresponden a diferentes niveles de energía del circuito y se manipulan con microondas.
-
Puntos cuánticos en semiconductores: el qubit se basa en el estado de carga o spin de un electrón confinado en una nanoestructura. Esta tecnología busca integrarse con la electrónica clásica.
![]() |
| Tecnologías para el Qubit físico. (Adaptado de Quest for Qubits de Gabriel Popkin) |
La tecnología concreta (fotones, electrones, superconductores) determina cómo se preparan, controlan y miden los qubits, pero las leyes cuánticas que gobiernan su evolución son las mismas
Montaje fotónico experimental
| Fuente de Fotones: la conversión descendente paramétrica espontánea genera pares de fotones entrelazados. |
De la onda infinita al qubit:
La solución física es combinar muchas ondas planas con distintas k (vectores de onda) en una superposición que da lugar a un paquete de ondas. Dicho paquete se localiza en una región finita y sí se puede normalizar, de modo que:
∫ |Ψ(r, t)|² d³r = 1
lo que significa que la probabilidad total de encontrar la partícula en algún lugar es 100 %.
Aquí es donde se enlaza una idea profunda: un qubit también es una superposición normalizada. En vez de posiciones en el espacio, el qubit tiene dos estados base y , y su estado general es:
|ψ⟩ = α |0⟩ + β |1⟩, con |α|² + |β|² = 1
Así como un paquete de ondas requiere normalización para describir una partícula real, un qubit necesita normalización para que las probabilidades de medir 0 o 1 sumen 1. Y, al igual que el paquete de ondas es una superposición de modos de onda, el qubit es una superposición de estados lógicos.
En computación cuántica, manipular un qubit no significa “mover” una partícula, sino aplicar operadores cuánticos unitarios —las llamadas puertas cuánticas— que actúan sobre su estado.
Si el qubit está en el estado:
|ψ⟩ = α |0⟩ + β |1⟩, con |α|² + |β|² = 1
Entonces una puerta cuántica se representa por un operador unitario U (una matriz de 2 × 2) que transforma el estado así:
|ψ′⟩ = U |ψ⟩, donde U† U = I
- |ψ′⟩ es el nuevo estado del qubit.
- U es un operador unitario (puerta cuántica).
- † indica la transpuesta conjugada (dagger).
- I es la matriz identidad.
Y la condición U† U = I garantiza que se conserve la normalización del qubit (es decir, que sigue siendo una superposición válida).
La condición de unitariedad asegura que la normalización se conserva y que las probabilidades siguen sumando 1. Cada puerta (Hadamard, Pauli, rotaciones, etc.) es un operador específico que ajusta amplitudes y fases del qubit, de forma análoga a como los operadores en mecánica cuántica actúan sobre la función de onda para obtener observables.
Ejemplo: puerta de Hadamard
La puerta H, o Hadamard, rota los estados |0⟩ y |1⟩ a |+⟩ y |−⟩, respectivamente. Es útil para crear superposiciones. Si tienes un conjunto de puertas universales en una computadora clásica y le agregas la puerta de Hadamard, este se convierte en un conjunto de puertas universales en una computadora cuántica.
La puerta de Hadamard H se define como:
H = (1/√2) · [[1, 1], [1, −1]]
Su acción produce una superposición sobre los estados:
- sobre el estado base |0⟩ produce una superposición:
H |0⟩ = (1/√2)(|0⟩ + |1⟩)
- y sobre |1⟩:
H |1⟩ = (1/√2)(|0⟩ − |1⟩)
Esto demuestra cómo una puerta cuántica (operador unitario) puede crear superposiciones y controlar la información cuántica.
Referencias:
- Sutor, R. S. (2019). How quantum computing works and how it can change the world. Packt Publishing.
- Loredo, R. (2020). Learn Quantum Computing with Python and IBM Quantum Experience. Packt Publishing.
- quED – Entanglement Demonstrator. (s.f.). A science kit for quantum physics. qutools GmbH. Disponible en: Kit for Quantum Education
- Popkin, G. (2016, 2 de diciembre). Quest for qubits: How small startups are vying with corporate behemoths for quantum supremacy. Science, 354(6316), 1090–1093. https://doi.org/10.1126/science.354.6316.1090
domingo, 24 de agosto de 2025
La ecuación de Schrödinger
La forma desarrollada:
La forma compacta, utilizando el operador Hamiltoniano :
-
: función de onda dependiente de la posición y del tiempo .
-
: operador Hamiltoniano (energía total del sistema), definido como:
-
: factor que surge al aplicar el formalismo cuántico a la energía cinética.
-
: constante reducida de Planck.
-
: masa de la partícula.
-
: operador Laplaciano, representa la segunda derivada espacial.
-
: energía potencial en la posición .
Evolución temporal:
La evolución del estado está dada por un operador unitario . La presencia de (la unidad imaginaria) en la ecuación garantiza que la evolución temporal sea unitaria, es decir, que la probabilidad total se conserve:
Sin i, la función de onda crecería o decaería de forma no física (no conservaría la norma).
![]() |
| Experimento de la doble rendija: Función de onda en el espacio. |
Conservación de la probabilidad
La probabilidad total de encontrar la partícula en algún lugar se calcula como:
Esta probabilidad debe ser siempre igual a 1.
En mecánica cuántica, la norma al cuadrado o módulo cuadrado de la función de onda,
, se interpreta como la densidad de probabilidad de encontrar la partícula en una posición en el tiempo .
Densidad de probabilidad:
indica cuán probable es hallar la partícula en un pequeño volumen alrededor de .
El factor en la ecuación de Schrödinger garantiza que la evolución temporal de sea unitaria: en lugar de crecer o decaer exponencialmente, su fase rota en el espacio complejo, preservando la norma .
Si no hubiera un , la ecuación produciría términos del tipo:
que crecen o disminuyen con el tiempo, destruyendo la conservación de probabilidad. Con , en cambio, las soluciones son oscilatorias del tipo:
lo cual corresponde a una onda estable y coherente.
Notación de estados de Dirac
La misma ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo se puede escribir en notación de estado abstracto (bra-ket) como:
Si multiplicamos ambos lados por , recuperamos la forma más común:
Ambas expresiones son equivalentes: la diferencia está en que una despeja la derivada a la izquierda y usa la notación abstracta en lugar de la función de onda .
Interpretación:
-
La forma es usual en libros introductorios, donde se trabaja explícitamente con funciones de onda dependientes de la posición y el tiempo.
-
La forma es más común en contextos abstractos, algebraicos y de computación cuántica.
-
En ambos casos, el signo y el factor son fundamentales: garantizan la conservación de la probabilidad y que la evolución temporal sea unitaria.
viernes, 22 de agosto de 2025
Los cimientos cuánticos
Sin embargo, está mayoritariamente aceptado que:
La función de onda propuesta por Erwin Schrödinger describe el estado instantáneo de un sistema cuántico y codifica la distribución de probabilidad de todas sus propiedades medibles.
Podemos discutir esto, obviando la solución —por ahora— de tan intimidante ecuación, y limitarnos a las teorías habilitadas para su explicación y comprensión.
En el V Congreso de Solvay, celebrado en Bruselas entre el 24 y 29 de octubre de 1927 (cuyo tema principal fueron los electrones y fotones), Max Born y Werner Heisenberg defendieron que la mecánica cuántica era una teoría completa, aunque inherentemente probabilista, y que el determinismo clásico debía ser abandonado.
![]() |
| V Congreso de Solvay. |
Albert Einstein, ya en 1926, expresó a Born su escepticismo sobre la completitud de la teoría: “Él (Dios) no juega a los dados”. En 1935, junto a Boris Podolsky y Nathan Rosen, formuló la paradoja EPR, un experimento mental que cuestionaba la completitud de la teoría al señalar que dos partículas entrelazadas pueden mostrar correlaciones instantáneas incluso a grandes distancias, en aparente contradicción con la relatividad, que prohíbe transmitir información más rápido que la luz.
A pesar de estas objeciones, la llamada escuela de Copenhague, con su interpretación estadística, se consolidó entre 1920 y 1930 como la visión dominante, y sigue siendo ampliamente aceptada en la actualidad.
En 1932, John von Neumann publicó Mathematical Foundations of Quantum Mechanics, donde argumentó que, bajo los postulados básicos de la mecánica cuántica, una teoría de variables ocultas “clásicas” no podía reproducir sus predicciones. Estos postulados incluyen:
-
El estado de un sistema se describe completamente por una función de onda (vector de estado).
-
Las magnitudes físicas se representan mediante operadores hermíticos que actúan sobre ese estado.
-
La evolución temporal sigue la ecuación de Schrödinger, lineal y determinista a nivel de la función de onda.
-
Las probabilidades de resultados se calculan con la regla de Born.
Más tarde, en 1964, John Bell cuestionó algunos de los supuestos de von Neumann y desarrolló sus famosas desigualdades para probar experimentalmente la posibilidad de variables ocultas locales. Los experimentos posteriores confirmaron las predicciones de la mecánica cuántica ortodoxa.
Interpretaciones de la Mecánica Cuántica y el dilema del gato de Schrödinger
-
Copenhague: Un sistema cuántico solo adquiere propiedades definidas cuando se mide.
-
Ventaja: práctica y consistente con los experimentos.
-
Desventaja: no aclara qué es exactamente una medición ni cómo se produce el salto entre lo cuántico y lo clásico.
-
El gato: la observación lo fuerza a un estado definido; en la práctica, el entorno ya lo habría hecho colapsar antes.
-
-
Enfoques epistémicos: La función de onda no describe una realidad física, sino información y probabilidades relativas a un observador (ej. QBismo, mecánica relacional).
-
Ventaja: resuelven paradojas de observadores y evitan influencias más rápidas que la luz.
-
Desventaja: renuncian a una realidad objetiva externa.
-
El gato: no hay colapso físico; la superposición es solo una herramienta de cálculo.
-
-
Muchos mundos: La función de onda nunca colapsa: al medir, el universo se ramifica en múltiples realidades, cada una con un resultado distinto.
-
Ventaja: elimina el problema de la medición y explica correlaciones en el entrelazamiento sin “señales” instantáneas.
-
Desventaja: implica una enorme proliferación de universos y no está claro cómo manejar las probabilidades.
-
El gato: en cada mundo hay una copia del observador que ve un gato vivo o muerto.
-
-
Bohmiana: Las partículas tienen trayectorias y propiedades definidas, guiadas por una “onda piloto” que también es real.
-
Ventaja: la naturaleza no es aleatoria; los resultados están predeterminados.
-
Desventaja: para explicar el entrelazamiento requiere efectos no locales, difíciles de conciliar con la relatividad.
-
El gato: su estado está definido pero oculto, revelándose en la medición.
-
-
Colapso espontáneo: La función de onda colapsa por sí sola de forma natural, sin necesidad de observador.
-
Ventaja: resuelve el problema de la medición.
-
Desventaja: no hay evidencia experimental de tales modificaciones y es difícil compatibilizarlo con la relatividad.
-
El gato: cualquier sistema macroscópico colapsa inevitablemente a un estado definido por interacción con su entorno.
-
¿Qué opinan hoy los físicos sobre la realidad cuántica?
El legado de aquellas intuiciones, aparentes arbitrariedades y debates fundacionales se refleja en un estudio reciente publicado en Nature (30 de julio de 2025). La investigación muestra que, aunque la teoría cuántica es extraordinariamente precisa en sus predicciones, los científicos aún no coinciden en su interpretación.
En una encuesta enviada a más de 15000 investigadores (con más de 1100 respuestas), el 36 % seleccionó la interpretación ortodoxa de Copenhague como su favorita, seguida por otras visiones como la de los “muchos mundos” o enfoques epistemológicos como el QBismo (que sostiene que las observaciones de un «agente» son personales y válidas solo para él).
Más sorprendente aún: solo el 24 % de los encuestados confía en que su interpretación elegida es “la correcta”; el resto la considera simplemente útil o adecuada según el contexto. Además, varios físicos respondieron de forma inconsistente a preguntas similares, lo que sugiere que muchos aplican la teoría de manera pragmática sin cuestionarse demasiado su significado profundo, una actitud resumida en la famosa expresión “cállate y calcula”, no muy distinta a lo que susurran el cura o el pastor en los templos cuando invitan a implorar a Dios.
Anexo:
La solución de la función de onda de Schrödinger
La función de ondas dependiente del tiempo propuesta por Schrödinger:
Onda plana compleja, solución clásica de Schrödinger para una partícula libre (potencial nulo, que es lo mismo que decir a potencial constante):
La solución de Schrödinger para una partícula libre (potencial nulo, ) es una onda plana compleja:
Explicación de términos:
-
: función de onda que depende de la posición y el tiempo .
-
: constante reducida de Planck.
-
: masa de la partícula.
-
: energía potencial (aquí ).
-
: amplitud de la onda.
-
: vector de onda.
-
: frecuencia angular.
Relaciones de dispersión para partícula libre:
donde es el momento lineal y la energía cinética.
La parte real e imaginaria de la función de onda son funciones sinusoidales:
-
Parte real:
-
Parte imaginaria:
En ambos casos obtenemos una sinusoide (un movimiento armónico simple de la "partícula") que ilustra la oscilación espacial y temporal.
![]() |
| Ilustración de la parte real cos(k·r − ωt) o la parte imaginaria sin(k·r − ωt). |
Nota Importante: En mecánica cuántica se usa la versión compleja porque las probabilidades y las interferencias dependen de la fase compleja completa. Pero para fines didácticos y visuales, una senoidal real es totalmente adecuada
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