
La criba de Eratóstenes.

Una de las primeras cuestiones que cabe plantearse en relación con la lista de los números primos es la de su longitud. ¿Hay infinitos números primos? La respuesta es que si. La demostración, contenida en los Elementos de Euclides, es de lo más simple. Para construir un número primo mayor que un entero n se calcula el producto P de todos los enteros comprendido entre 1 y n se añade 1 al resultado. Se obtiene así un número N (muy grande) igual a P+1 que no puede ser divisible por ningún número inferior a n (en efecto, P, por construcción, es divisible por todos los números menores que n, pero 1 no lo es). Por lo tanto, N es primo o divisible por un número primo mayor que n; en ambos casos existe un número primo que n y ello cualquiera que sea el valor de n. De ahí la existencia de infinitos primos.
Salta a la vista una segunda propiedad al examinar la lista de los números primos: lo irregular de su distribución. Por ejemplo, no hay ningún número primo entre 114 y 126, pero hay cinco entre 97 y 109. Estos números no parecen regidos por ningún orden. ¿Es realmente una de las principales cuestiones que se han planteado los matemáticos en relación con los números primos. Las respuestas todavía son parciales.
Cada vez más escasos. Pese a la irregularidad de la distribución de los números primos, se advierte
Cada vez más escasos. Pese a la irregularidad de la distribución de los números primos, se advierte
en ellos una cierta propiedad media. Se puede constatar fácilmente que los números primo son cada vez más raros. Por ejemplo, hay 168 números primos entre 0 y 1000, 106 entre 10000 y 11000, 81 entre 100000 y 101000, etc. Y sólo dos entre \(10^{100}\) y \(10^{100}\) + 1000 [*].
[*] Nota:
el primero es:
10000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000267
y el segundo:
10000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000001243
No hay comentarios.:
Publicar un comentario