El sensor sísmico es un instrumento para medir el movimiento del suelo cuando su estabilidad ha sido perturbada. El sensor sísmico (sismómetro o geófono) debe suministrar una variable física cinemática relacionada con el movimiento del suelo (desplazamiento, velocidad o aceleración).
Medir el movimiento de la tierra en un punto de su superficie con respecto a ese mismo punto (sin perturbar la medición), no es tarea fácil; por ello, el sensor sísmico es el elemento más crítico y costoso del sistema de medición (el sismógrafo: el sismómetro y la unidad de almacenamiento).
Esos instrumentos sensorios deben cubrir un amplio
rango dinámico, los movimientos más pequeños del suelo pueden llegar a ser tan
sólo de unas décima de nanómetros, mientras que la ruptura de una falla
puede ocasionar desplazamientos de una decena de metros (un rango dinámico de 10/10-10 = 1011). Esta variabilidad dinámica, representa un rango demasiado amplio para
cubrir con un sensor de construcción estándar (utilizando las técnicas actuales).
La sensibilidad del instrumento además será perturbada por el ruido de fondo natural
micro sísmico que tiene una alta dependencia de la frecuencia. La banda de
frecuencia para estudios sismológicos se considera que oscila en un rango de
0,00001 Hz hasta 1000 Hz .
Frecuencias típicas
generadas por diversas fuentes sísmicas.
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Frecuencia (Hz)
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Tipo de medida
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0.00001-0.0001
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Mareas de
la corteza terrestre
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0.0001-0.001
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Oscilaciones
libres de la tierra; terremotos
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0.001-0.01
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Ondas superficiales;
terremotos
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0.01-0.1
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Ondas
superficiales, ondas P y S; terremotos con M > 6
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0.1-10
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Ondas P
y S; terremotos con M> 2
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10-1000
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Ondas P
y S; terremotos con M< 2
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Dado que las mediciones sismológicas se realizan en
un marco de referencia inercial en movimiento (la superficie de la Tierra),
casi todos los sensores se basan en la inercia de una masa suspendida oscilante
(un péndulo), que tenderá a permanecer en estado estacionario en respuesta a
movimientos externos. El movimiento relativo entre esa masa suspendida y el
suelo será función del movimiento de la tierra. Si la frecuencia de
desplazamiento del terreno está cerca de la frecuencia de resonancia, se
obtiene un movimiento relativo mayor (dependiendo del amortiguamiento); por
debajo de la frecuencia de resonancia el desplazamiento relativo disminuye.
El reto en la construcción de instrumentos
sísmicos, consiste en que tanto los sensores como los grabadores (en nuestro
caso el datalogger) deben tener la
potencialidad de cubrir un amplio dominio de frecuencias y un amplio rango
dinámico. Los valores extremos antes señalados no eximen que una estación para
estudios sismológicos locales y globales, deba cubrir al menos la banda de
frecuencia de 0,01 a 100 Hz, para tener la potencialidad de detectar
movimientos de tierra desde 1 nm hasta 10 mm. Esa banda de frecuencia es aún
imposible de resolver con un solo tipo de instrumento, pero se tiende a la
fabricación de costosos instrumentos con rangos dinámicos y de frecuencia
relativamente grande (los llamados sensores de banda ancha (BB) o banda muy
ancha (VBB). Sin embargo, aun podemos continuar haciendo ciencia con los
clásicos instrumentos de corto período (SP), largo período (LP) o con los de
movimientos fuertes (SM).
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